Ensayo, Yo

El milagro de la fe

El desequilibrio que se hereda de una situación traumática, pone en evidencia el vacío que la vida rutinaria no llena, que la vida sin sentido ahonda…

Tarde o temprano hay que abandonar la racionalidad, para dejarse llevar por la intuición, por el sentimiento en lugar del pensamiento. El ser humano no es una máquina de hacer y pensar, el mundo no es solamente el físico, lo tangible. Tarde o temprano ese vacío interno emerge y se comienza la búsqueda… Se duda, se teme, porque las palabras, las razones no son suficientes, el raciocinio, las explicaciones, no cubren ese vacío.

El sentirse parte de algo más grande, de un todo, que tiene orden, que se manifiesta en cada pequeño detalle del universo, el permitirse reconocer que algo mueve los hilos y al mismo tiempo, da libre albedrío para decidir hacia dónde ir… libera. Da paz.. Sentir lo intangible del universo, sin llamarlo con algún nombre. Sentirse parte de él y confiar. Esa crisálida de la confianza, un día se convierte en fe.

El milagro de la fe es el primer milagro. El creer, el caminar a ciegas, el bloquear la parte del cerebro de esa insistente voz que dice que nada es verdad, que nada es posible, que no hay explicación ni posibilidades…. Ése es punto de partida de los milagros que podemos construir.
El pensamiento crea, la imaginación construye, todo cuanto vivimos, tuvo lugar alguna vez en un sueño.

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