Pocas veces me doy por vencida
de las olas que tu marea trabaja
al despojar de mi arena las huellas de otros pies
Juegas con mis desvelos y las arrugas de mi ropa
accedes a mis memorias y borras con travesura
uno a uno mis recuerdos, mis delirios
Tu inocencia de niño
tu ingenuidad apresada
el sol en tus labios
y las mariposas en tus manos
Cuando sube tu marea
y marcas mi destino
no soy más que genuina lealtad de tu capricho
Este poema me ha gustado.
Me parece que esta bien logrado, en cuanto a cadencia
y contenido. Solo una observación:
en el verso «Juegas con mis desvelos y las arrugas en mi ropa».
creo que el pronombre «en», debería ser sustituido por «de»:
«Juegas con mis desvelos y las arrugas de mi ropa»
también creo que en «ropa», pierde un poco esa atmósfera marina, quizá si se continúa en esa dirección podría decir: mi marea, mi marisma, mi horizonte, algo por el estilo.
al final, tu cierre es redondo:
«Cuando suben tus mareas
y marcas mi destino
no soy más que genuina lealtad de tu capricho»
pero, quizá hablar en singular de la marea tendría más fuerza:
«Cuando sube tu marea
y marcas mi destino
no soy más que genuina lealtad de tu capricho»
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bueno, disculpa mis observaciones, pero creo que es una influencia, resultado del taller; en general es un gran poema.
saludos. Eduardo R. de la Cruz
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No sé por qué no vi este comentario antes, Eduardo. Unos años tarde, pero me gustó mucho tu edición de mi poema, ¡gracias!
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…te dejo la dir de mi blog:
http://mygenerationportrait.wordpress.com/
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