Aprendí sobre el significado de la compasión por Edgar hace ya muchos años. Quise saberlo por mi, leyendo «La insoportable levedad del ser» de Milán Kundera (que después se convirtió en un libro básico al que he vuelto una y otra vez).
En él, Kundera explica que las palabras no siempre tienen el sentido de lo que uno comprende, ahí radica su importancia y el cuidado y respeto que les merecemos. El uso de las palabras, de los significados, del lenguaje en general, sea el idioma del que se trate, no siempre será el mismo en la mente del que escucha, por experiencias, por cultura, incluso hasta por el tono en que son dichas (en esta misma línea, el libro de Kundera expone un breve diccionario de conceptos y palabras con su significado particular en cada miembro de una de las parejas protagonistas, por lo que se adivina de dónde surgen sus diferencias). Quién mejor que los filólogos para conocer el culto que debe rendirse a las palabras y la importancia de ubicar su significado en el contexto que les corresponde.
Volviendo a Kundera, la compasión es un sentimiento puro, incondicional, que en ciertos idiomas tiene desafortunadamente una connotación negativa, similar a la lástima. El tener compasión indica a que uno lamenta lo que le pasa al otro, pero no en un sentido que nutra, que haga retumbar el sentimiento, sino desde afuera, siendo ajeno e inútil para el que se observa. Kundera aclara que la compasión, en su sentido real, indica realmente ponerse en el lugar del otro, sentir lo que siente, aún más que un sentimiento de empatía. Sentir su dolor, su tristeza, su alegría, su preocupación, su euforia, como si fuera propia, contagiarse de ella y vivirla. Es por eso que deriva del amor y hace crecer como seres humanos. El que es capaz de sentir compasión en este sentido estricto, es capaz de enriquecerse, de escuchar realmente, alguien con quien se puede contar y uno lo sabe, es quien es capaz de amar de verdad, sin egoísmo, sin censura, sin temor, porque expone su propio sentimiento al compartirse con el otro. Y aunque termina dejando el alma exhausta, la enriquece.
Aquí el fragmento sobre la compasión, de Milán Kundera.
«Todos los idiomas derivados del latín forman la palabra «compasión» con el prefijo com- y la palabra «passio» que significa originalmente padecimiento. Esta se traduce a otros idiomas, por ejemplo al checo, al polaco, al aleman, al sueco, mediante un sustantivo compuesto de un prefijo del mismo significado, seguido de la palabra sentimiento; en checo: sou-cit; en polaco: wspol-czucie; en alemán: Mit-gefuhl; en sueco: med-kansla.En los idiomas derivados del latín, la palabra compasión significa: no podemos mirar impertérritos el sufrimiento del otro; o participamos de los sentimientos de aquel que sufre. En otra palabra, en la francesa «pitie» (en la inglesa «pity», en la italiana «pieta», etc.) que tiene aproximadamente el mismo significado, se nota incluso cierta indulgencia hacia aquel que sufre. Avoir de la pitie pour une famme significa que nuestra situacion es mejor que la de la mujer, que nos inclinamos hacia ella, que nos rebajamos. Este es el motivo por el cual la palabra compasion o piedad produce desconfianza; parece que se refiere a un sentimiento malo, secundario, que no tiene mucho en comun con el amor. Querer a alguien por compasión significa no quererlo de verdad.
En los idiomas que no forman la palabra compasión a partir de la raíz del padecimiento («passio»), sino del sustantivo sentimiento, estas palabras se utilizan aproximadamente en el mismo sentido, sin embargo es imposible afirmar que es un sentimiento secundario, malo. El secreto poder de su etimologia ilumina la palabra con otra luz y le da un significado más amplio: tener compasión significa saber vivir con otro su desgracia, pero también sentir con el cualquier otro sentimiento: alegría, angustia, felicidad, dolor. Esta compasión (en el sentido de «wspolczucie», «Mitgefuhl madkansla») significa tambien la màxima capacidad de imaginacion sensible, el arte de la telepatía sensible; es en la jerarquía de los sentimientos el sentimiento mas elevado.
Cuando Teresa soñó que se clavaba agujas bajo las uñas, reveló así que había espiado en los cajones de Tomás. Si se lo hubiera hecho alguna otra mujer, no habría vuelto a hablar con ella en la vida. Teresa lo sabía y por eso le dijo: «¡Entonces échame!». Pero no solo no la echó, sino que le cogió la mano y le besó las yemas de los dedos, porque en ese momento él mismo sentía el dolor debajo de las uñas de ella, como si los nervios de sus dedos condujeran directamente a la corteza cerebral de él.Un hombre que no goce del diabólico regalo denominado compasión no puede hacer otra cosa que condenar lo que hizo Teresa, porque la vida privada del otro es sagrada y los cajones que contienen su correspondencia íntima no se abren. Pero como la compasión se había convertido en el sino (o la maldición) de Tomás, le pareció que había sido él mismo quien había estado arrodillado ante el cajón abierto del escritorio, sin poder separar los ojos de las frases que había escrito Sabina.
Comprendía a Teresa y no solo era incapaz de enfadarse con ella, sino que la quería aún más.»
¿En que parte de «Este es el motivo por el cual la palabra compasion o piedad produce desconfianza; parece que se refiere a un sentimiento malo, secundario, que no tiene mucho en comun con el amor. Querer a alguien por compasión significa no quererlo de verdad.» encontras la conclusión que sacás sobre que la compasión es el verdadero amor?
Me gustaMe gusta
En el mismo texto de Kundera, al menos lo que en 2008 interpreté. Más adelante dice “es en la jerarquía de los sentimientos el sentimiento mas elevado”, que bien podría ser el amor. O la compasión más bien sería por sí misma entonces el sentimiento más elevado, por encima del amor.
Me gustaMe gusta