Rascaba al viento
en guitarra llanera
notas solitarias, sentado en la luna rota de abril
contaba (o yo oía)
rizos de noche sin sueño
colores de lluvia viajera.
Aire de sangre andina
universo pequeño un nido
relatos de tiempos vecinos
corazones de niño en campos de sierra perdidos.
Por último: desierto.
Almas de tantos cansados
apilan por años el suelo
leyendas, familias en rezos
descansan las alas, su sueño.
Piedra oscura en el medio su lecho (el abuelo).